sábado, 15 de octubre de 2016

Porfiriato Temprano, Medio y Tardio

                     Porfiriato Temprano    








Poesía la Dictadura de Porfirio Diaz


LA DICTADURA
Porfirio Díaz impuso
un gobierno con su ley
y después lo descompuso
para vivir como rey.
Su palabra ante el pueblo
era orden y mandato,
ese lenguaje de cerdo
se tradujo en maltrato.
De compadres se rodeaba,
de lujos y cosas vanas,
el pueblo entero aclamaba
garantías soberanas.
El dictador satisfecho
atiende a sus invitados,
luce medallas al pecho
como premio a sus pecados.
El dictador poco habla
todo lo tiene arreglado,
el inconforme se calla
o termina asesinado.
El indio jamás opina,
nada tiene qué decir
porque la mano asesina
no lo puede permitir.
El dictador no permite
contraorden a su ley
espérate a su desquite
es la espina del maguey.
Treinta años, siglos fueron
en Palacio Nacional,
treinta años nos trajeron
dictadura tan bestial.



Porfiriato Medio

En el Porfiriato medio (1891-1900) ocurrieron diversos sucesos, entre estos están que se consolidó el régimen como resultado de la política de consolidación a los partidarios de GonzÁlez. Con la entrada de José Ives Limantour en Hacienda en 1893 surgió un auge de las compañías enajenadoras de terrenos comunes baldíos, se modificó la Constitución de 1857 para permitir las reelecciones y se aprobó la ley que otorgaba la gran explotación minera a los capitales de Estados Unidos y Gran Bretaña. Limantour, tras la crisis de 1892, abrió el país a la inversión extranjera y promovió la creación de nuevas industrias. La corrupción, el fraude electoral y la represión fueron las propuestas de la administración Díaz a las tensiones sociales, nacidas del contraste entre una oligarquía poderosa, controladora de los resortes económicos y políticos y una población de casi 13 millones de personas ligadas mayoritariamente a la tierra.


Muestra un periodo centralista, autoritario y personalista, tanto de don Porfirio, como de los gobernadores de las entidades; resaltando en ella tres personajes importantes: Joaquín Baranda, Ministro de Justicia desde 1882, liberal de la época reformista; José Yves Limantour, Ministro de Hacienda (1893-1911), miembro de un grupo de profesionistas destacados (los científicos), de familias ricas o relacionadas con ellas, basados en la filosofía positivista, pensaban en la aplicación del método científico para estudiar la sociedad y la solución de problemas; y Bernardo Reyes, Ministro de Guerra(1900-1902), porfirista y militar, surgido de la clase media o baja que había en provincia y que contaba con el apoyo de empresarios, pequeños burgueses, clase media y trabajadores de Nuevo León, donde fue gobernador.

Al elegir a Limantour como su sucesor, Díaz provocó que Baranda renunciara a su gabinete, perdiendo presencia su gobierno y en 1902, Limantour como Ministro de Hacienda, impidió la renovación y modernización de la milicia al no otorgarle fondos, por lo que Díaz, para evitar represalias contra éste, mandó a Reyes de gobernador a Nuevo León, e hizo cambios en el ejército.
Para 1904, la influencia de "los científicos" impuso en las elecciones a Ramón  Corral como primer vicepresidente, pensando en la ausencia o muerte de don Porfirio.
Díaz fue perdiendo respaldo de algunos grupos y esto aunado a que por estar bien con los gobernadores o con aquellos con poder regional olvidaba sus obligaciones con los campesinos, y que, dando prioridad a inversionistas y empresarios frente a las peticiones obreras a las que calmó ya fuera mediante el dialogo , la imposición, el autoritarismo o la represión, así como al freno político impuesto por Díaz o sus colaboradores con autorización de éste al mantener en el poder a gobernadores, legisladores y magistrados estatales y federales y que solo eran sustituidos para cambiarlos a algo mejor o eran relegados porque Diaz se molestaba con ellos. Por esta razón, se fue formando un grupo que dio nacimiento al Partido Liberal Mexicano, que empezó a manifestarse a través de periódicos que criticaban a don Porfirio, por lo que fueron objeto de represión y encarcelamiento continuamente sus directores, redactores e impresores.
Las manifestaciones por las calles, los ataques a los edificios de gobierno, los robos, las huelgas de obreros y las rebeliones de los campesinos, mostraban un descontento creciente ante los cuales la represión llevó hasta a la muerte a mineros de Cananea y obreros de Río Blanco.
En cuanto a política exterior, mantuvo relaciones tanto diplomáticas como económicas con Estados Unidos, Inglaterra,Francia y Japón, oponiéndose a que el primero decidiera en los gobiernos latinoamericanos, ya que los asuntos de cada país eran casos particulares de cada nación.









Porfiriato Tardío





































 

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