miércoles, 26 de octubre de 2016

Francisco Ignacio Madero
Toma De La Presidencia Hasta Su Muerte.


Con los Tratados de Ciudad Juárez se cumplió  la primera parte de la campaña: el derrocamiento del general Diaz, mas no
se eliminó el Porfirísmo ni se establecieron los principios revolucionarios como normas de gobierno.
Los enemigos de la Revolución trataron de desvirtuar las finalidades del movimiento. Fingiendo creer que era sólo un levantamiento dirigido contra el dictador personalmente. Y que. eliminado éste podían subsistir las normas porfiristas de gobierno.

Y así hubiera sucedido de no haberse impuesto arrolladoramente la voluntad de la nación en un nuevo movimiento revolucionario, el cual vino a suprimir totalmente a los hombres, a las instituciones y a la ideología del porfirismo.

El INTERINATO DE LEÓN DE LA BARRA: Representados por el Presidente interino León de la Barra, los porfiristas continuaron en el gobierno. Díaz había sido derrocado y el pueblo había reasumido su soberanía, pero las instituciones sociales y políticas del porfirismo se mantenían en pie.
Los porfiristas apoyaron el movimiento maderista victorioso, pero pretendieron nulificar su esencia agraria. Madero se convirtió desde entonces en una fuerza intermedia, que sin satisfacer a los campesinos se entregó involuntariamente a la reacción.

Y en vez de que Madero llevara la Revolución hasta desarmar al ejército federal vencido, que seguía siendo el más firme apoyo de los porfiristas, el Presidente León de la Barra inició la tarea de desarmar a las fuerzas revolucionarias, con base en los Tratados de Ciudad Juárez.

ZAPATA SE OPONE AL DESARME DE LOS CAMPESINOS: En el Sur (estados de Morelos y Guerrero), donde Emiliano Zapata y Ambrosio Figueroa llevaron
A los campesinos a la Revolución, la tarea del desarme encontró viva oposición.  Emiliano Zapata exigía del gobierno el cumplimiento de los postulados  Agrarios del Plan de San Luis, y declaró categóricamente que no desarmaría A los campesinos que fueron a la lucha entretanto no fuera una realidad la restitución de ejidos a los pueblos. . . y se mantuvo firme rechazando ofertas y resistiendo a las fuerzas del gobierno.

Zapata esperaba que Madero supiera satisfacer las demandas campesinas como lo anunciaba el Plan de San Luis; y se mantuvo con las armas en la mano hasta que no fuesen un hecho las reivindicaciones agrarias. Esta actitud provocó choques armados entre los zapatistas y las tropas federales.

El gobierno envió al general Victoriano Huerta a someter a los rebeldes insumisos: tomó Yautepec, Cuautla y Villa de Ayala, Mor.; pero Zapata, sintiéndose sin el apoyo de la Revolución maderista, sostuvo las demandas agrarias en contra del régimen porfirista aún prevaleciente.

MADERO ELEGIDO PRESIDENTE: En estas circunstancias se efectuaron las elecciones para la renovación de los poderes federales, en las que resultó elegido popularmente don Francisco I. Madero para la Presidencia de la República. Puesto del que se hizo cargo el 6 de noviembre de 1911, y cuyo mandato debía durar hasta el 30 de noviembre de 1916.

En lugar de don Francisco Vázquez Gómez, postulado por el partido anti reeleccionista para la Vicepresidencia. Madero influyó decisivamente para que fuera electo don José María Pino Suárez, lo cual provocó cierto descontento entre los elementos maderista;

Al llegar Madero a la Presidencia se encontró con los Poderes Legislativo y Judicial porfiristas, con el ejército porfirista y con toda la formidable estructura de intereses creados por el grupo de los científicos. que dominaban en ferrocarriles, bancos, industrias, empresas comerciales, etc. Madero había caído en la red de la oligarquía porfirista

LA POLITICA CONSERVADORA DE MADERO: Madero era un hombre bien intencionado, de nobles ideales, que gozaba de la simpatía del pueblo: pero. como no daba a la Revolución la trascendencia económico social que había despertado los anhelos populares. ni estaba preparado para la lucha que le tocaba sostener con los restos del régimen porfirista que estorbaba su administración, su gobierno tropezó desde luego con serias dificultades.

Los hombres del antiguo régimen, representados por los "científicos" lograron convencer a Madero de que, para que la administración de la República no sufriera alteraciones, era necesario que en la dirección del gobierno no hubiera hombres de ideas nuevas; esto explica por qué en el gabinete de Madero quedaron excluidos personajes que habían figurado durante la lucha, como don Venustiano Carranza, Vázquez Gómez y otros.


Por este motivo, a pesar del triunfo de la Revolución y de haber llegado Madero a la Presidencia por el voto casi unánime de la nación. el malestar popular no desapareció, porque los obreros y campesinos esperaban con 1a administración de Madero la llegada de una época de justicia y de franca protección para el proletariado.

Pero  el nuevo Presidente no entendió los problemas sociales del país y en vez de cumplir el Plan de San Luis, bandera del maderismo que levantó a muchos peones del campo. transígió con las clases conservadoras y con el feudalismo rural.

ZAPATA Y El PLAN DE AYALA: Zapata continuaba en el  Sur con actitud rebelde, esperando en vano la solución de los problemas agrarios, y pidió al Presidente Madero la expedición de una ley agraria que mejorara las condiciones del campesino; pero Madero desatendió las peticiones del caudillo suriano, y éste reanudó la lucha contra el gobierno maderista proclamado el Plan de Ayala, Mor. (28 de noviembre de 1911).

En dicho Plan, que tenía como base el de San Luis. se adicionaban a éste las demandas agrarias que condensaban las aspiraciones de millares de campesinos. y que Madero se resistía a satisfacer.
Las adiciones al Plan de San Luis eran:

• La devolución de los terrenos, montes y aguas de que hubieran sido despojados los individuos y los pueblos;
 • La expropiación de tierras, montes y aguas de que carezcan los pueblos para formar ejidos, colonias y campos de labor;
• La nacionalización de los bienes de hacendados y terratenientes que se opusieran al Plan.

Y como medios para conseguir esas aspiraciones se establecía: a) el desconocimiento de Madero como jefe de la Revolución y Presidente de la República; b) el reconocimiento del general Pascual Orozco como jefe de la Revolución libertadora, o el de Emiliano Zapata en caso de no aceptan aquél; c) continuar la Revolución hasta conseguir los propósitos del Plan.

REBELIÓN DE PASCUAL OROZCO: El general Pascual Orozco, que había prestado eminentes servicios durante la Revolución, en vez de escuchar el llamamiento que le hacía el Plan de Ayala, se convirtió en instrumento de los latifundistas del Norte y se rebeló contra el gobierno de Madero (marzo de 1912), apoderándose de casi todo el Estado de Chihuahua.
El gobierno de Madero envió tropas para aplastar la insurrección, consiguiendo el general Victoriano Huerta derrotar a los rebeldes en varias acciones de guerra, y dando fin a la campaña Oroz quista a los pocos meses de iniciada (agosto de 1912).

CAMPANA DE LA PRENSA REACCIONARIA: Mientras tanto, la contrarrevolución preparaba sus armas para derrocar a Madero, cuya popularidad se vió minada por los frecuentes levantamientos y por la acción de la Prensa reaccionaria que, al servicio de los intereses de los científicos y de los hacendados, desató una terrible campaña contra el nuevo régimen. Excitando francamente a la rebelión.

Los periódicos El Imparcial y El País fueron los que más se distinguieron en esta campaña de ataques e insultos al Presidente Madero y a su gabinete.

SUBLEVACIÓN DE FELIX DÍAZ: Aprovechando este ambiente de inquietud y agitación, el general Bernardo Reyes intentó promover una sublevación para derrocar a Madero; pero su proyecto no encontró apoyo y se entregó prisionero. Siendo internado en la prisión militar de Santiago Tlatelolco (D. F.).
Entonces la reacción designó al brigadier Félix Díaz, sobrino de don Porfirio, para que encabezara la rebelión. Este se apoderó por sorpresa de la plaza de Veracruz y expidió un manifiesto desconociendo al gobierno Madero (octubre de 1912).
Madero envió numerosas tropas para recuperar la plaza, y el puerto cayó en poder del gobierno. Félix Díaz fue aprehendido y sometido a un Consejo de Guerra, junto con los demás jefes sublevados, sentenciándosele a pena de muerte; pero Madero le perdonó la vida y ordenó que fuese traído a la penitenciaria de México.


DIVISIÓN DE LA CÁMARA En las Cámaras legislativas se reflejó también el panorama político del gobierno maderista. La de senadores, compuesta de capitalistas militares y científicos porfiristas, era abiertamente hostil al Presidente Madero.
La de diputados se dividió en dos bandos: los renovadores (nombre que habían adoptado los revolucionarios) y los contrarrevolucionarios. El bloque renovador tuvo que luchar contra los porfiristas y Felixistas, tratando inútilmente de conjurar la amenaza de la contrarrevolución que ya se vislumbraba.
A pesar de que los renovadores pidieron a Madero un cambio inmediato de orientación y de procedimientos en diversos ramos de la administración
Pública, y que todos los funcionarios y empleados fuesen de criterios revolucionarios, Madero no escuchó su llamamiento.

El. MOVIMIENTO OBRERO: Afines de 1911, el partido liberal mexicano, guiado  por los grupos "magonistas", lanzó un manifiesto en el que invitaba al pueblo a continuar la lucha contra los grupos reaccionarios.

Entonces empezaron a formarse varias agrupaciones de.:existencia: en México se organizó la Unión de Obreros de Artes Gráficas, y algunos elementos
 Intelectuales y militares revolucionarios se unieron a los obreros para fundar la Confederación Nacional de Trabajadores (1911).

En 1912 se estableció en la capital de la República la Casa del Obrero Mundial, de donde salieron los propagandistas que fueron a organizar nuevas agrupaciones obreras en distintos lugares del país: la Unión Minera Mexicana, en el Norte; la Confederación del Trabajo, en Torreón, y la Confederación de Sindicatos Obreros de la República, en Veracruz.
El presidente Madero, al darse cuenta de la importancia que iba tomando el movimiento obrero, estableció el Departamento del Trabajo (diciembre de 1911), con el fin de estudiar las condiciones de los trabajadores.


Pero, influido por las peticiones del capitalismo extranjero, empezó a atacar la Casa del Obrero Mundial y a reprimir los movimientos huelguísticos organizados por las principales organizaciones obreras, expulsó a algunos socialistas extranjeros y mandó clausurar la Escuela Racionalista. Establecida por la Casa del Obrero Mundial como centro de difusión de las nuevas ideas.

LOS INTERESES CAPITALISTAS EXTRANJEROS: Ante la manifiesta debilidad de Madero, por carecer del apoyo de los campesinos, de los obreros y de los elementos liberales, de los cuales se había distanciado su gobierno, los intereses capitalistas extranjeros aprovecharon las circunstancias para derrocarlo.

El capitalismo norteamericano intervino principalmente para provocar su caída a través del embajador de los Estados Unidos. Mr. Henry Lane Wilson.
El gobierno americano, que había apoyado al maderismo en su lucha contra la dictadura porfirista, al no encontrar el apoyo decidido que esperaba para sus intereses imperialistas, se preparó para provocar la destitución de Madero.

EL CUARTELAZO: A los quince meses de haber asumido la Presidencia el señor Madero, el ejército federal llevó a cabo el movimiento que la reacción venía preparando en contra de su gobierno, encabezado por los generales Manuel Mondragón y Gregorio Ruiz, quienes sublevaron a varios regimientos de la Capital (9 de febrero de 1913).

Los generales Bernardo Reyes y Félix Díaz fueron libertados de la prisión en que se encontraban, y puestos al frente de los sublevados se dirigieron al Palacio Nacional, en donde creían encontrar tropas adictas a la rebelión.

Pero el Palacio estaba defendido por el general Lauro Villar, que permanecía fiel a Madero, por lo cual fue rechazado y muerto el general Reyes cuando intentaba penetrar en la residencia presidencial, siendo aprehendido el general Ruiz y fusilado en el interior del mismo edificio.
El Presidente Madero llegó a Palacio acompañado de algunos de sus ministros, y al ver herido al general Villar designó al general Victoriano Huerta para que se encargara de la Comandancia Militar.
La lucha se recrudeció; las calles se llenaron de barricadas y cadáveres, los servicios públicos se suspendieron, los edificios se improvisaron en fortalezas y la ciudad de México se convirtió en campo de batalla.


La Ciudadela fue capturada por los rebeldes al mando de Diaz y Mondragón, y desde alli atacaron con poderosa artillería el Palacio Nacional, en tanto que Huerta simulaba varios ataques a La Ciudadela, pero estaba secretamente en connivencia con los sublevados.

INTERVENCIÓN DEL EMBAJADOR AMERICANO: Diputados y senadores reaccionarios propusieron a Madero que renunciara para poner fin al conflicto: pero el Presidente rechazó enérgicamente la propuesta.

El embajador norteamericano se mostró también adicto al cuartelazo, Y bajo sus auspicios, en el edificio de la embajada americana, Félix Díaz y Victoriano Huerta pactaron la traición a Madero.
Convinieron en que Huerta debía aprehender al Presidente y dar el triunfo a los sublevados: que Huerta ocuparía interinamente la Presidencia ' para facilitar el ascenso de Félix Díaz al poder en las elecciones; y concertado este plan, Huerta comisionó al coronel Aureliano Blanquet para llevarlo a la práctica (18 de febrero de 1913).

ASISINATO DE MADERO Y PINO SUAREZ: Madero y Pino Suárez fueron aprehendidos en Palacio y obligados a renunciar a sus cargos. Las renuncias fueron admitidas en el acto por el Congreso, siendo declarado Presidente por ministerio de ley el licenciado Pedro Lascurain, quien, después de nombrar Huerta ministro de Relaciones. Presentó su renuncia para que Huerta asumiendo la Presidencia por ministerio de ley. Así quedó consumada la usurpación.

El cuartelazo había triunfado después de diez días de horror y de sangre, que han sido llamados la Decena Trágica, al amparo de un ejército corrompido y de un embajador intruso.

Huerta consumó su traición mandando asesinar a don Francisco. Madero y al licenciado José María Pino Suárez por un grupo de soldados, a las órdenes del mayor Francisco Cárdenas, a espaldas de la penitenciaria de México, el 22 de febrero de 1913.

A pesar de sus errores y debilidades, debe reconocerse el papel importante que desempeñó Madero en la etapa inicial de nuestra Revolución. A su entusiasmo y ardor patriótico se debió al haber derrocado el régimen de la dictadura y el principio de una nueva era para nuestro país. '

Aunque al principio el movimiento revolucionario iniciado por él apareció como un esfuerzo de regeneración democrática, tendiente a reivindicar los derechos políticos, su obra llegó a evolucionar hasta convertirse en un movimiento de transformación social y económica.
Madero representa el despertar democrático del pueblo mexicano en su lucha contra la tiranía, y la tendencia civilista en contra del militarismo defensor de la dictadura.

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